La Arctic MX-7 llega hoy al mercado como una actualización lógica y bien afinada dentro de la familia MX de cara a sustituir a la MX-6 Rev 4. No es una pasta térmica pensada para overclocks muy altos ni para batir récords extremos, sino para ofrecer justo lo que pide el hardware actual: estabilidad, facilidad de uso y un rendimiento térmico consistente tanto en CPU como en GPU. Y eso, visto lo visto en las pruebas independientes de Igor’s Labs, siendo el primero en el planeta que lanza una review, lo cumple bastante bien. De hecho, se pone en el podio de manera directa y a falta de una segunda revisión tradicional.
A nivel técnico, la MX-7 sigue apostando por una formulación clásica basada en óxidos metálicos no conductores de la electricidad, integrados en una matriz polimérica optimizada en base a silicona de alta calidad. No hay metal líquido ni materiales exóticos, pero sí una mejora clara en la estructura interna del compuesto. Esta es la mejora principal, que, aunque parezca irrelevante, realmente marca tal diferencia que deja a MX-6 Rev 4 como una pasta térmica normalita.
Arctic logra una mejora sustancial con MX-7 según las primeras pruebas de rendimiento, estructura y consistencia
En laboratorio, y según describe Igor, la conductividad térmica efectiva se sitúa en torno a 6,17 W/mK, una cifra sólida para este tipo de pastas, aunque lo realmente importante es cómo se traduce eso en uso real. La cifra seguro que no te impacta, pero tranquilo, como siempre hemos defendido, parámetros como la densidad, la resistividad o la viscosidad son mucho más importantes para paliar efectos como el famoso pump-out, ganando con ello desde rendimiento a consistencia o durabilidad.
Donde la MX-7 destaca es en su baja sensibilidad al espesor de la capa aplicada. En las pruebas, las curvas de temperatura se mantienen muy estables incluso cuando la capa no es perfecta o es algo más gruesa de lo ideal. Esto es clave en sistemas reales, donde las tolerancias del IHS, el cold plate o el propio montaje nunca son perfectas. La pasta compacta bien, rellena las microimperfecciones y mantiene una resistencia térmica baja incluso fuera del escenario ideal de laboratorio.
En CPU y GPU, el comportamiento es predecible y limpio. Las temperaturas suben de forma progresiva, sin picos raros ni degradación temprana, algo especialmente importante en plataformas modernas con chiplets, hotspots muy localizados o cargas térmicas sostenidas. Frente a la MX-6, la mejora existe y es medible, sobre todo con capas finas en torno a los 10 micrómetros, donde la MX-7 consigue rascar algunos grados gracias a una mejor interfaz térmica.
El pump-out queda reducido a su mínima expresión, longevidad mejorada
Otro punto a favor es su comportamiento mecánico, y este es quizás el más importante. La MX-7 tiene una cohesión interna elevada, lo que reduce el riesgo de bombeo (pump-out) con el paso del tiempo y los ciclos térmicos. Esto la hace especialmente interesante para GPU, portátiles y sistemas que pasan constantemente de reposo a carga. Además, la viscosidad está bien ajustada, por lo que es fácil de aplicar con métodos habituales como el punto o la línea, sin necesidad de técnicas especiales para obtener buenos resultados.
En comparativas directas, la MX-7 se queda muy cerca de pastas de gama alta dentro de las formulaciones basadas en óxidos, solo por detrás de soluciones más agresivas y bastante más caras (y sin apenas diferencia apreciable). No compite con TIM de metal líquido, ni pretende hacerlo, pero sí ofrece un rendimiento térmico fiable, seguro y estable para el día a día, tanto en equipos gaming como en portátiles o servidores pequeños.
Teniendo en cuenta que su viscosidad está entre los 35.000 a 38.000 poise, su densidad en 2,9 gramos por centímetro cúbico y su resistividad en 1,7 x 10 elevado a doce ohmios por centímetro, su conductividad térmica es poco relevante.
Tanto es así, que aunque esos 6,17 W/mK desvelados en la review parecen bajos, la realidad es que la propia compañía afirma que no desvelan este valor porque otros fabricantes "inventan, inflan o exageran los números". Igualmente, dicen que está entre 1 a 4 W/mK, y como vemos, otras pastas tienen casi tres veces más conductividad en la review y están por detrás, precisamente, por lo comentado.
A falta de ver una review común donde se compare, MX-7 parece un paso adelante muy serio de Arctic y una opción muy a tener en cuenta que supera ampliamente a su predecesora. Levántense y aplaudan, posiblemente tenemos nuevo ganador en calidad-precio, sin riesgos, con una durabilidad impresionante y por supuesto, con la calidad típica de Arctic.






















