viernes, 28 de junio de 2024

Otra actualización que rompe Windows 11, esto no tiene fin

Estimados lectores, empiezo esta noticia indicando que lo hago desde un PC con Windows 11, más concretamente un equipo con Windows 11 actualizado ayer. Digo esto porque, dadas las circunstancias, es posible que en cualquier momento ya no pueda seguir escribiendo.

Lo de Microsoft con las actualizaciones de Windows 11, en este punto, ya escapa de toda lógica, al punto de que empieza a tener sentido pensar que es algo que están haciendo de manera intencionada, como esa travesura de un niño pequeño que se queda solo con lo hilarante de la situación sin pararse a pensar en sus consecuencias. Y por terrible que sea esa posibilidad, aún así me parece más aceptable que la otra, la que señala el sentido común, y que nos indica que la fiabilidad de las actualizaciones no les importa en absoluto.

¿Cuál es el problema? Pues lo encontramos en la actualización KB5039302 para Windows 11, liberada el pasado martes 25 y que, eso sí, al menos no se encuentra entre las que se instalan automáticamente, por lo que era necesario que el usuario iniciara su instalación manualmente. ¿Y por qué hablo en pasado? Pues porque Microsoft la ha retirado temporalmente tras identificarse que, oh sorpresa, de nuevo hablamos de una actualización que rompe Windows 11.

Más concretamente, los usuarios afectados por el problema de la actualización KB5039302 para Windows 11, que no son todos los que la han instalado, afirman que tras haberlo hecho sus sistemas han entrado en un bucle de reinicios del que no resulta fácil salir, y que en algunos casos incluso ha sido necesario recurrir a funciones y herramientas de recuperación para que sus sistemas volvieran a funcionar con normalidad. Algo que, para múltiples perfiles de usuario, puede no resultar algo sencillo.

Tras reconocer el problema, Microsoft ha retirado la actualización fallida y, aunque todavía no han podido detectar la razón o razones de este problema, sí que han confirmado que están trabajando en ello, tal y como podemos leer en la página dedicada a la actualización. Pero el gran problema, una vez más, es que se ha publicado una actualización que, a la vista de lo ocurrido, no había sido evaluada previamente con el nivel de profundidad necesario.

Windows 11 es una pieza de software excepcionalmente compleja (al igual que el resto de sistemas operativos de propósito general en estos tiempos), y una y mil veces he afirmado que es muy, muy difícil poder evaluar por completo el funcionamiento de una actualización antes de hacerla pública. El problema es que los fallos no dejan de sucederse en las actualizaciones, y no parece que se estén tomando medidas concretas para evitarlo. Y eso sí que es especialmente criticable.

Saludos.

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